Fernando Belasteguín y Juan Martín Díaz, pareja número uno en la clasificación del Pádel Pro Tour, y por tanto los considerados mejores jugadores del mundo, volvieron a imponerse por cuarto año consecutivo en el Internacional de Zaragoza de Pádel. Lo meritorio es que esta vez se ha celebrado la cuarta edición, es decir que absolutamente nadie ha sido capaz de vencerles a orillas del Ebro.
"Invencibles". "Intocables". "Exhibición". "Son los mejores..."
Son algunas de las frases más repetidas por los aficionados zaragozanos, unos 1.500, a la salida del Pabellón Siglo XXI tras presenciar la final del IV Internacional de Zaragoza, Copa CAI. Y es que Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, "Bela", cerraron de un carpetazo todo atisbo de duda generado en los últimos meses, y lo hicieron además ante la pareja número dos del mundo: a eso se le llama autoridad.
La pareja dominante del ránking del PPT (Pádel Pro Tour) no estaba teniendo un buen año. Su apaballunte dominio de otros años se estaba viendo contestado en cada torneo por nuevos valores que vienen pegando fuerte y por los insistentes Cristian Gutiérrez y "Seba" Nerone, la pareja número dos, los eternos aspirantes.
Así las cosas, llegaban a San Sebastián, uno de los lugares más emblemáticos del pádel peninsular, la pasada semana con "sólo" 5 torneos ganados a lo largo de la temporada y con más dudas que nunca. No obstante ganaron el torneo, pero dejaron lugar par el escepticismo: habían superado en las semifinales a "Bebe" Auguste y a Gabriel Reca sólo por la lesión del primero de ellos. Mientras, en la final se habían enfrentado a unos inexpertos Lima y Mieres ya que, en la otra semifinal, "Seba" Nerone también se había lesionado.
Por lo tanto, llegamos a Zaragoza con un amplio abanico de posibles resultados:
Matías Díaz y Miguel Lamperti jugaban en casa, y se les veía hipermotivados.
Seba Nerone, ya recuperado, y Cristian Gutiérrez aspiraban a convertirse en los reyes del pádel, tras tantos años a la sombra de Díaz y de Bela.
Lima y Nieres venían de realizar un gran torneo en La Concha, y confiaban en poder repetir en Zaragoza su llegada a la final.
Y es en estos momentos cuando los campeones sacan su casta, su orgullo y su calidad para ir dejando a todos en la cuneta, demostrando que siguen ahí y que aún tienen cuerda para rato.
Se olvidaron de sus dudas en San Sebastián y de sus cuatro torneos anteriores sin ganar y se pusieron su traje de genios del pádel.
Las primeras rondas del torneo, en Montecanal, fueron plácidas para todos excepto para Nerone y Gutiérrez, que a punto estuvieron de perder frente a los desconocidos Aday Santana y Raúl Arias. Bela y Martín Díaz ya iban lanzando su primer aviso al imponerse a los potentes Poggi y Jardim por un contundente 7/6 y 6/2.
Los cuartos de final siguieron con el guión y tanto Díaz - Lamperti como Bela - Martín Díaz superaron sus encuentros. De nuevo, Agustín Gómez Silingo y Maxi Grabiel se lo pusieron difícil a la pareja número uno, saliendo extramotivados. Sin embargo, la clase acabó por imponerse a la casta. Por el otro lado del cuadro tanto la pareja Nerone - Gutierrez como Mieres - Lima se impusieron sin problemas a sus rivales.
Así las cosas, las semifinales eran, más o menos, las previstas de antemano. Lamperti y Matías salieron a por todas en el partido que abría la jornada del sábado. Su ímpetu sorprendió a los números uno en el primer set, y, aunque se rehicieron en el segundo, llevaron el partido a un emocionante e igualado tercer set. Como no podía ser menos, también hubo polémica: Lamperti cantó out una bola que Kiki de la Roche, árbitro del encuentro, terminó por dar por buena tras unos minutos. Era bola de break para Díaz - Bela y acabó por significar la derrota de los "locales" en esta tensa semifinal. ¿Crecían las dudas en la pareja número uno?
Por si fuera poco, la otra semifinal no tuvo ninguna historia: Nerone y Gutiérrez destrozaron a Lima y a Mieres por un claro 6/3 6/1, y llegaban muy fuertes a la final, dispuestos a derrocar a "los reyes del pádel".
Hasta 1.500 personas se acercaron al Siglo XXI para presenciar la gran final, que se predecía la más igualada de los últimos torneos. Se palpaba ambiente de boxeo: el campeón en horas bajas frente al eterno aspirante, que le desafiaba otra vez más.
Lo que no sabíamos los zaragozanos es que es en ese ambiente donde los hasta entonces tricampeones (fíjense, como el Barça) se mueven mejor.
Salieron a la pista con la vitola de números uno y se fueron de allí con la de intocables. No sólo ganaron: apabullaron. En el que han definido como "su mejor partido del año", los campeones le endosaron al rival un claro 6/1 y 6/3, dejando a los aficionados con la impresión de haber sido estafados: la entrada más cara de la semana para uno de los partidos más cortos. Pero ya se sabe, lo bueno, si breve, dos veces bueno. La exhibición de clase y supremacía de la pareja ganadora, que ya son tetracampeones (fíjense, incluso superan al Barça), no tuvo precio. Tanto es así que en el primer set Seba y Gutiérrez no consiguieron realizar un sólo punto con su servicio, algo casi impensable en el pádel. Pero no hay nada imposible para los intocables. El primer set fue un visto y no visto y nada más comenzar el segundo, otro break dejó el partido visto para sentencia. Cristian y Seba comenzaron a fallar lo que nunca fallan, fruto de la desesperación, y el partido terminó como no podía ser de otra forma: con dos remates implacables de Bela y Martín Díaz que acabaron de "machacar" el torneo.
Séptimo torneo de la temporada para los, ahora sí, indiscutibles reyes del pádel. Y que pase el siguiente.

Son algunas de las frases más repetidas por los aficionados zaragozanos, unos 1.500, a la salida del Pabellón Siglo XXI tras presenciar la final del IV Internacional de Zaragoza, Copa CAI. Y es que Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, "Bela", cerraron de un carpetazo todo atisbo de duda generado en los últimos meses, y lo hicieron además ante la pareja número dos del mundo: a eso se le llama autoridad.
La pareja dominante del ránking del PPT (Pádel Pro Tour) no estaba teniendo un buen año. Su apaballunte dominio de otros años se estaba viendo contestado en cada torneo por nuevos valores que vienen pegando fuerte y por los insistentes Cristian Gutiérrez y "Seba" Nerone, la pareja número dos, los eternos aspirantes.
Así las cosas, llegaban a San Sebastián, uno de los lugares más emblemáticos del pádel peninsular, la pasada semana con "sólo" 5 torneos ganados a lo largo de la temporada y con más dudas que nunca. No obstante ganaron el torneo, pero dejaron lugar par el escepticismo: habían superado en las semifinales a "Bebe" Auguste y a Gabriel Reca sólo por la lesión del primero de ellos. Mientras, en la final se habían enfrentado a unos inexpertos Lima y Mieres ya que, en la otra semifinal, "Seba" Nerone también se había lesionado.
Por lo tanto, llegamos a Zaragoza con un amplio abanico de posibles resultados:
Matías Díaz y Miguel Lamperti jugaban en casa, y se les veía hipermotivados.
Seba Nerone, ya recuperado, y Cristian Gutiérrez aspiraban a convertirse en los reyes del pádel, tras tantos años a la sombra de Díaz y de Bela.
Lima y Nieres venían de realizar un gran torneo en La Concha, y confiaban en poder repetir en Zaragoza su llegada a la final.
Y es en estos momentos cuando los campeones sacan su casta, su orgullo y su calidad para ir dejando a todos en la cuneta, demostrando que siguen ahí y que aún tienen cuerda para rato.
Se olvidaron de sus dudas en San Sebastián y de sus cuatro torneos anteriores sin ganar y se pusieron su traje de genios del pádel.
Las primeras rondas del torneo, en Montecanal, fueron plácidas para todos excepto para Nerone y Gutiérrez, que a punto estuvieron de perder frente a los desconocidos Aday Santana y Raúl Arias. Bela y Martín Díaz ya iban lanzando su primer aviso al imponerse a los potentes Poggi y Jardim por un contundente 7/6 y 6/2.
Los cuartos de final siguieron con el guión y tanto Díaz - Lamperti como Bela - Martín Díaz superaron sus encuentros. De nuevo, Agustín Gómez Silingo y Maxi Grabiel se lo pusieron difícil a la pareja número uno, saliendo extramotivados. Sin embargo, la clase acabó por imponerse a la casta. Por el otro lado del cuadro tanto la pareja Nerone - Gutierrez como Mieres - Lima se impusieron sin problemas a sus rivales.
Así las cosas, las semifinales eran, más o menos, las previstas de antemano. Lamperti y Matías salieron a por todas en el partido que abría la jornada del sábado. Su ímpetu sorprendió a los números uno en el primer set, y, aunque se rehicieron en el segundo, llevaron el partido a un emocionante e igualado tercer set. Como no podía ser menos, también hubo polémica: Lamperti cantó out una bola que Kiki de la Roche, árbitro del encuentro, terminó por dar por buena tras unos minutos. Era bola de break para Díaz - Bela y acabó por significar la derrota de los "locales" en esta tensa semifinal. ¿Crecían las dudas en la pareja número uno?
Por si fuera poco, la otra semifinal no tuvo ninguna historia: Nerone y Gutiérrez destrozaron a Lima y a Mieres por un claro 6/3 6/1, y llegaban muy fuertes a la final, dispuestos a derrocar a "los reyes del pádel".
Hasta 1.500 personas se acercaron al Siglo XXI para presenciar la gran final, que se predecía la más igualada de los últimos torneos. Se palpaba ambiente de boxeo: el campeón en horas bajas frente al eterno aspirante, que le desafiaba otra vez más.
Lo que no sabíamos los zaragozanos es que es en ese ambiente donde los hasta entonces tricampeones (fíjense, como el Barça) se mueven mejor.
Salieron a la pista con la vitola de números uno y se fueron de allí con la de intocables. No sólo ganaron: apabullaron. En el que han definido como "su mejor partido del año", los campeones le endosaron al rival un claro 6/1 y 6/3, dejando a los aficionados con la impresión de haber sido estafados: la entrada más cara de la semana para uno de los partidos más cortos. Pero ya se sabe, lo bueno, si breve, dos veces bueno. La exhibición de clase y supremacía de la pareja ganadora, que ya son tetracampeones (fíjense, incluso superan al Barça), no tuvo precio. Tanto es así que en el primer set Seba y Gutiérrez no consiguieron realizar un sólo punto con su servicio, algo casi impensable en el pádel. Pero no hay nada imposible para los intocables. El primer set fue un visto y no visto y nada más comenzar el segundo, otro break dejó el partido visto para sentencia. Cristian y Seba comenzaron a fallar lo que nunca fallan, fruto de la desesperación, y el partido terminó como no podía ser de otra forma: con dos remates implacables de Bela y Martín Díaz que acabaron de "machacar" el torneo.
Séptimo torneo de la temporada para los, ahora sí, indiscutibles reyes del pádel. Y que pase el siguiente.

No hay comentarios:
Publicar un comentario