lunes, 16 de noviembre de 2009

Y 'Nole' sacó su fusil

Segundo título en dos semanas para un Djokovic que está realizando un gran final de temporada y amenaza con conquistar el segundo puesto de la clasificación ATP. 'Djoko' parece empeñado en revalidar en Londres su victoria en el Torneo de Maestros del año pasado.



Su mirada reflejaba confianza cuando saltó a la pista. Se sabía favorito y se sabía en forma. Venía de vencer en Basilea a Roger Federer y en semifinales a Rafa Nadal con sendas exhibiciones de juego. Novak Djokovic vino a Francia para llevarse el quinto título del año, todos sobre pista dura, con un resultado global de 6-2, 5-7, 7-6 (3)
El minuto de silencio que se guardó antes del encuentro fue sólo un espejismo, porque a partir del minuto 1 de juego el público jaleó al décimoquinto favorito, el local Gäel Monfils hasta la extenuación, dando al partido tintes dramáticos y disfrazando la final de eliminatoria de la Copa Davis. De poco sirvió esto en el primer set. El número tres del mundo salió enchufadísimo con su derecha, mandando unos fusiles al otro lado de la pista contra los que no cabía para Monfils sino desesperarse. 'Nole' ha dejado en estas últimas semanas su lado cómico y descentrado y llegó a sacar segundos servicios a 215 kilómetros por hora. Su faceta de 'cañonero' ha salido a escena tanto en las 'semis' como en la final para deleite de todos los aficionados al tenis. Así las cosas, ni cargando el juego sobre su revés pudo Monfils hacer nada en el primer set, que cayó de lado del serbio por un rápido y contundente 6-2.
Comenzó del mismo modo en el segundo set, con un 3-1 a favor que denotaba su superioridad en la pista. En ese momento se unieron varios factores: Djokovic se descentró, el público se vino arriba y Monfils comenzó a creer (por fin, todo ha de ser dicho) que podía ganar ese partido. Gracias a ello igualó la contienda en el segundo set y llegó al 5-5 con las espadas en todo lo alto. Una inoportuna doble falta de Djokovic tenga tal vez la culpa de su derrota en este set, en la que la resistencia y la perseverancia de Monfils desde el fondo de la pista le permitieron seguir en el partido.
El tercer set comenzó con la evidencia de que ambos jugadores estaban desfondados. El ritmo de pelota bajo y se instauró una cierta monotonía en el juego, con pocas roturas y mucha igualdad. Llegaron al tie-break, donde Djokovic tiró de casta, superioridad técnica y experiencia para finiquitar el partido y vencer ajustadamente el torneo de Paris - Bércy, el quinto del año y el número dieciséis de su carrera. Con él, se le abren las puertas de acceder al segundo puesto de la ATP.
De hecho, este triunfo suyo ha abierto muchísimas posibilidades: Nadal podría acabar el año como número uno pero también como número tres. 'Nole' aspira a usurpar ese segundo puesto y Federer se juega acabar, un año más, como el mejor. Un Master de Londres para el que no se puede pedir más: los mejores jugadores del circuito se juegan el todo por el todo.

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