Año tras año nos preguntamos quién derrocará el reinado de la mejor pareja de la última década en el pádel.
Año tras año, la temporada termina con la misma respuesta: nadie.
Nerone, Lamperti, Mieres, Lima, Gutiérrez... muchos nombres, muchos jugadores de altísimo nivel han intentado desbancarlos, han intentado hacerles oposición. Lo han conseguido, con mayor o menor exito, en mayor o menor medida. Pero, al terminar cada temporada, el final del cuento es siempre el mismo.
El torneo comenzó sin sorpresas. En el Máster del Pádel Pro Tour de Madrid se sigue un esquema un tanto distinto al del resto de campeonatos del año, similar al disputado en el O2 Arena de Londres en el Masters de Tenis: una ronda previa de liguilla, denominada Round Robin, que clasifica a las dos primeras parejas de cada uno de los dos grupos para las semifinales. Dichos grupos los conforman las 8 mejores parejas del mundo, según el ránking del Pádel Pro Tour.
Dicha Round Robin se dividió en los siguientes grupos:
Grupo A:
Juan Martín Díaz - Fernando Belasteguin
Miguel Lamperti - Matías Díaz
Sebastián Nerone – Agustín Gómez Silingo
Willy Lahoz – Marcello Jardim
Grupo B:
Juani Mieres - Pablo Lima
Hernán Auguste - Gaby Reca
Cristian Gutiérrez - Maxi Grabiel
Fernando Poggi - Sanyo Gutiérrez
Como es lógico, tras los primeros días de competición, las parejas favoritas del Grupo A se clasificaron para las semifinales. Miguel Lamperti y Matías Díaz por un lado y Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, sin perder ni un solo set, por el otro.
En el Grupo B sí hubo una pequeña sorpresa. Los Príncipes Juani Mieres y Pablo Lima cumplieron con todos los pronósticos, pero saltó la sorpresa al ser Fernando Poggi y Sanyo Gutiérrez quienes les acompañaron en semifinales.
Así las cosas, la pareja de los viejos rockeros, Bebe y Gaby, se despidió del Pádel Pro Tour sin poder pasar de la Round Robin, tras una dilatada y exitosa carrera.
Las semifinales no hicieron sino deparar lo más predecible de cara a la jornada del domingo. Un abarrotado pabellón de IFEMA fue testigo de la victoria, sin complicaciones, de Martín Díaz y Belasteguín sobre Poggi y Gutiérrez, con un marcador final de 6-1 y 6-4. Por su parte, Mieres y Lima consiguieron dar buena cuenta de Lamperti y Díaz con un resultado mucho más ajustado: 6-4 3-6 y 7-6 (7-3), un final que supuso el deleite para los aficionados y un gran partido de pádel.
La final que llevaba repitiéndose durante todo el año iba a tener su culmen, su máxima expresión en la Final del Estrella Damm Máster Pádel Pro Tour. Un espectáculo que prometía ser emocionante, vibrante y competido. Pues bien, para ser claros y concisos: no lo fue. Y no lo fue por culpa de dos personas: Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín. Dos superclases que dominan con puño de hierro desde hace ya muchos años el ránking del Pádel Pro Tour, dos jugadores que serían, en analogía tenística, el Roger Federer y el Rafa Nadal. Absolutamente imbatibles. Con un sencillo 6-3 y 6-4, se impusieron a los máximos aspirantes, que deberán ser, un año más, sólo eso: aspirantes. Aspirantes a un trono que parece inconquistable. Aspirantes al trono de unos jugadores que en el Máster, el campeonato más difícil de ganar, no han perdido ni un set.
Somos afortunados de encontrar unos jugadores que rayen al nivel de estos dos fueras de serie, de poder verles jugar y practicar este deporte tan bien. Sin embargo, como bien analizaba Fernando Carreño, falta un segundo escalón, una pareja que de el paso al frente necesario para encontrar una rivalidad sana que impulse este deporte y eleve las audiencias. Mieres y Lima se encuentran ante su última oportunidad, el próximo año, de demostrar que pueden ser los indicados. Lamperti Matías Díaz vienen jugando a un buen nivel, aunque parece que no lo suficiente.
Ante semejante perspectiva, parece que el circuito del Pádel Pro Tour seguirá, un año más y ya van 5 (desde la creación del circuito del Pádel Pro Tour en 2005 y tres años más como números uno del circuito profesional) sometido bajo el yugo de la excelsa calidad y la magnífica compenetración de dos jugadores que, hoy por hoy, son absolutamente inalcanzables para el resto. Año tras año han ido reafirmando su posición y son, indiscutiblemente, más reyes que nunca.
En categoría femenina, Iciar Montes y Paty Llaguno se impusieron en la final a Paula Eyheraguibel y Silvana Campus por 6-4 y 7-5. Desde estas líneas me gustaría destacar la actuación de la zaragozana, y por tanto, paisana mía, María José Sánchez Alayeto. La jugadora, formada en las pistas de pádel del Stadium Casablanca y del Tiro de Pichón, sustituyó a la lesionada Carolina Navarro, número 1 del mundo, para disputar las semifinales del Máster. Majo, como la llaman sus conocidos, cumplió de sobras y no sólo eso, sino que dio todo un recital de pádel, a pesar de que el épico partido que disputó le hizo sentir calambres desde el segundo set (su compañera Cecilia Reiter también atravesaba complicaciones en su tobillo desde inicios del partido). A lo largo de las tres horas y media que duró ese espectacular partido pusieron en pie a los más de 5.000 espectadores que asistieron al IFEMA. Sólo dieron su brazo a torcer tras dos competidísimos tie-breaks. El resultado final, 4-6, 7-6 y 7-6, no hace sino atestiguar el fantástico nivel de la aragonesa.
Desde estas líneas, mi más sincera enhorabuena a Majo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario