miércoles, 7 de octubre de 2009

El tenis español tiene una cita con la historia



Finalmente la final de Copa Davis no se celebrará en Madrid. La elección, que tendrá lugar el próximo día 10 de octubre, es decir, este sábado, tendrá como posibilidades cuatro ciudades al nivel del mar.
Ha terminado por pesar más la opinión de la mayoría de los jugadores, con las excepciones de Fernando Verdasco y Feliciano López. Cabe destacar que los jugadores nunca se negaron, sólo expresaron sus preferencias, y la más importante de ellas es la de alzarse con la segunda ensaladera consecutiva, un hito al alcance de muy pocos pero que es factible para nuestra 'Armada'. Y es que, como se ha repetido hasta la saciedad, las pistas de tierra y la velocidad lenta de bola son bazas que Nadal y compañía siempre han tomado como suyas.
A lo largo de la historia muchos equipos han ganado varias ensaladeras, si no consecutivas, en un corto lapso de tiempo. Líderes como John McEnroe, Jim Courier, Connors, Pete Sampras o Ivan Lendl, Björn Borg, Mats Wilander, Boris Becker, Andre Agassi... han conseguido llevar a sus equipos a muchos triunfos,en el caso de USA 32, Australia 28, Gran Bretaña 9 o Suecia 7. España sólo tiene 3, pero así como los jugadores anteriormente citados marcaron décadas de triunfos de sus equipos, ahora nos toca a nosotros. Ésta es la edad de oro del tenis español, una época que inauguró Bruguera y continuaron Corretja y Moyá, seguidos de los Ferrero, Berasategui, Mantilla, Albert Costa y, ahora, Verdasco, Robredo y, claro está Nadal. Ahora el mejor equipo lo tenemos nosotros, gracias a todos estos extraordinarios jugadores. Y tenemos que aprovecharlo, porque al final lo que queda en las estadísticas es que España ganó a Argentina, no que Del Potro quisiera bajarnos los calzones o que jugasemos en el pico de una montaña. Así que si hay más posibilidades de jugar al nivel del mar, pues como si hay que poner la pista en una plataforma petrolífera.
Tras años de lucha, parece que los presidentes de la Federación Madrileña y de la RFET lo han entendido así. Y ahora, todos juntos, lucharemos por nuestra cuarta ensaladera, la segunda consecutiva, que nos haría superar a Alemania en entorchados y comenzar la caza de Suecia. Porque estos jugadores ya han llevado a la gloria al tenis español, pero quieren más.
Y el primer paso lo daremos este sábado, eligiendo la sede. Las opciones son Tenerife, Barcelona, Valencia y Málaga:
Tenerife ofrece el estadio olímpico Antonio Domínguez, con capacidad para 13.000 espectadores. El problema radica en que la pista es al aire libre, algo que gusta mucho a los jugadores, pero con lo que la ITF (International Tennis Federation) no está muy de acuerdo.
Barcelona, donde ya se ha jugado y ganado una Copa Davis, parece ser la sede que suena con más fuerza, puesto que gusta a jugadores, RFET y también a la ITF. El Palau Sant Jordi sería un escenario de lujo donde 17.600 espectadores podrían celebrar el triunfo del conjunto nacional y convertir así el Palau en un lugar emblemático para el tenis español.
Málaga, en cambio, ha optado por el Palacio de Deportes José María Martín Carpena, donde habitualmente juega el Unicaja Málaga, en el marco incomparable de la Costa del Sol. El Carpena se ha llenado cada una de las veces en las que los nuestros han acudido allí, y las gradas, en plena remodelación, podrían albergar hasta a 17.000 personas.
Valencia, tierra natal de Ferrero y Ferrer, ofrece el Velódromo Luig Puig, aunque parece la opción menos consolodidada de todas.
Presumiblemente, el equipo quedará formado por Nadal, Verdasco, Feliciano López y Tommy Robredo, con los comodines de Ferrero y Ferrer en la reserva. Porque esa es otra, si la Copa Davis la jugarán 8 jugadores, en esta competición no habría color, a nuestra 'Armada' al completo sólo podrían toserle Francia o Argentina.
En todo caso, las cosas son como son y no nos queda otra que confiar en los nuestros, que buenas razones nos han dado para ello, y animarles para que nos hagan entrar en el club más exlusivo de los países campeones.
Calidad no nos falta, ilusión, tampoco.

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