Comenzó el partido con rotura para Nadal. Ya nos frotábamos las manos cuando Berdych nos bajó a la tierra deolviéndole el break a Rafa. Preámbulo de un primer set igualadísimo en la que Nadal sobreliftó la bola en exceso para aguantar los pelotazos de un Berdych especialmente acertado con su revés. Sin embargo, en el momento clave, el undécimo juego, Nadal tiró de clase y fuerza y se impuso en la primera manga.
Ahi terminó el partido. Nadal se vino arriba por completo y Berdych abajo por completo. El español llegaba a todo, ajustaba a las lineas y el bote alto que le imprime a la pelota le resultaba muy incómodo al checo, que siguió golpeando como en el primer set. Al parecer, no se dio cuenta de que Rafa era ya el de las grandes ocasiones tras el primer set, un 'llega a todo' con recursos para todo y una fuerza mental y un feeling por fin recuperados (o eso parece). Se puso el traje de gala para meterle un rosco a Berdych que, viendo que el Plan A (soltar pelotazos a diestro y siniestro con puntos muy cortos) no le funcionaba, se dio cuenta tarde de que no tenía un Plan B. Intentó redibujarse a sí mismo en los vestuarios al principio del tercer set, pero sólo le sirvió para una mini reacción a principios de esta manga, que Rafa se encargó de desbaratar con la misma facilidad con la que finiquitó el partido. 7-5, 6-0 y 6-2, con un gran Rafa (esperemos que siga así todo el fin de semana) y primer punto para España. Turno para Ferrer, que tiene realmente complicada la victoria frente a Radek Stepanek. No podría haber empezado mejor la eliminatoria.
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