miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Y si...?

¿Y si Ferrer no hubiese ganado el partido? Visto lo visto, era lo lógico. Se enfrentaba a un jugador que le superaba en ranking. No había ganado ni un torneo en todo el año. Robredo y Verdasco tienen más puntos que él. Y sin embargo, tras una semana viéndolos entrenar, Albert Costa, que de tenis sabe un rato, decidió sacarlo a él a jugar. Nosotros, los aficionados, no lo entendíamos. A Ferrer, se le debió venir el mundo encima con todas esa incertidumbre y esa presión y, dicen, tras el segundo set contra Stepanek, hasta lloró en el vestuario. Pero Costa tenía plena confianza en él, y pareció acertar. Buscaba ganar el partido, sí, pero también desgastar a un Radek Stepanek que tenía que jugar el dobles y luego otra vez contra Nadal. Y el mejor para cansar al checo, física y psicológimente, era David 'Gladiator' Ferrer. Al final, ha sido el héroe de la eliminatoria. Y no porque desgastase a Stepanek, sino porque lo hundió por completo. Felicidades a Ferrer, pero también felicidades a Costa, que se la jugó y que podría haber conseguido que toda la prensa de este país le echase a los leones (ya sabemos como somos) o podía coronarse. Y tuvo las santas pelotas de hacer lo que consideraba mejor, basándose en su experiencia y no en lo que le decían los medios. Nos dio una lección a todos los tenistas: la estrategia y la cabeza valen tanto o más que los golpes en el tenis.
Ojalá decida seguir Albert y nos brinde otra ensaladera más al año que viene.


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