Dice que no está acabado, y viéndole jugar casi cuesta no creerle. Realizó un primer set de mérito contra Gasquet. Carlos Moyá siempre ha sido un jugador talentoso, técnico y agresivo, pero también un tanto díscolo e irregular. Su derecha invertida fue una de las mejores de la historia. Su facilidad para terminar los puntos era fulminante, digna del mísmisimo Roger Federer. Desgraciadamente, nunca ha sido mucho de entrenar, o eso dicen las malas lenguas, y se va de los partidos y de los torneos con mucha facilidad. Eso le pasó en Acapulco con Gasquet, y le viene pasando desde que ha reaparecido.
Cuando llegó a número uno el físico y el tenis le acompañaban y podía superar estos momentos, estos baches, con facilidad. Ahora ya no. Ahora el tenis ha cambiado porque está en constante evolución y mejora del tema físico y técnico. Ahora o estás a tope mentalmente y físicamente, con confianza y feelin' o no hay nada que hacer. Y parece que a Carlos esto le está costando...
Dicho lo cual no quiero quitarle ni un ápice de mérito al primer número uno de la historia del tenis español, que es por lo que se le recordará. Por eso y por la casta de seguir intentándolo cuando los de su quinta, Corretja por ejemplo, ya se han retirado e incluso están comentando sus partidos en la 2 (y qué bien lo hace, por cierto). El problema de Moyá es que todavía se tiene que creer que no está acabado, como él mismo dice. Aún tiene margen, y tenis, para mejorar ¡Ánimo Carlos, ahora toca aplicar esa casta en la pista!
Cuando llegó a número uno el físico y el tenis le acompañaban y podía superar estos momentos, estos baches, con facilidad. Ahora ya no. Ahora el tenis ha cambiado porque está en constante evolución y mejora del tema físico y técnico. Ahora o estás a tope mentalmente y físicamente, con confianza y feelin' o no hay nada que hacer. Y parece que a Carlos esto le está costando...
Dicho lo cual no quiero quitarle ni un ápice de mérito al primer número uno de la historia del tenis español, que es por lo que se le recordará. Por eso y por la casta de seguir intentándolo cuando los de su quinta, Corretja por ejemplo, ya se han retirado e incluso están comentando sus partidos en la 2 (y qué bien lo hace, por cierto). El problema de Moyá es que todavía se tiene que creer que no está acabado, como él mismo dice. Aún tiene margen, y tenis, para mejorar ¡Ánimo Carlos, ahora toca aplicar esa casta en la pista!
No hay comentarios:
Publicar un comentario