lunes, 19 de octubre de 2009

Barcelona, here we go!

Polémica debido a la decisión de la RFET y la ITF de tomar como sede para la final de la Copa Davis de los días 4, 5 y 6 de septiembre a Barcelona. ¡Cómo no, estamos en España! No podría existir jamás una elección, y menos en deporte, sin polémica.
Unos decían que allí ya se había jugado una, otros que preferían Valencia por el hecho de que Ferrer y Ferrero son de ahí, otros que la pista es cubierta (aunque la ITF especificó claramente que esa era una condición sine qua non, pero la cuestión es quejarse), en fin, que nunca llueve al gusto de todos.
A mí no me parece tan mala opción. El Palau Sant Jordi, donde se jugarán los partidos, tiene un aforo más que suficiente para que miles de españoles animen a los nuestros. Barcelona es una ciudad con gran tradición tenística, probablemente la que cuenta con más adictos al tenis, con más clubs con solera y con probada eficacia en la organización de campeonatos y grandes eventos deportivos de nuestro país.
Como bien dijo nuestro 'presi', José Luis Escañuela, la elección ha sido la del Palau Sant Jordi de Barcelona, y, a partir de ahora "todos estamos unidos y nos ponemos la camiseta con los jugadores, con el capitán, con directivos, porque lo que importa es ganar."
Y yo añado: no jugamos en Barcelona, jugamos en España. Jugamos donde sea como un país para alzar de nuevo otra ensaladera y encumbrar una vez más a un grupo de muchachos que están haciendo muy grande a este país.
Recuerdo como celebramos todos las victorias de la selección española de fútbol en el europeo, o la de baloncesto en Polonia. Nos unieron a todos y los apoyamos sin reservas. Alucinamos y escribimos o leimos que eran la ñ, que eran dos grupos humanos increíbles, que eran los mejores del mundo, que estábamos en la edad de oro del deporte español... También es así en el tenis. Nuestros Xavi, o Gasol, o Casillas se llaman Nadal, Albert Costa o Verdasco. Y ellos también son un grupo humano extraordinario y tienen una calidad y un relieve internacional que sólo conocemos desde Bruguera hasta esta parte. ¿Se imaginan un país que dentro de un mes fuese Campeón de Europa de baloncesto, Campeón de Europa de fútbol y Campeón del Mundo de tenis? Sería absolutamente espectacular, los a priori tres deportes reyes en España, y en los tres dominadores absolutos a nivel internacional.
Así que que se caye el señor Muñoz, que se cayen los que querían Madrid o Valencia porque ahora yo no hay que mirar hacia atrás, sino hacia delante, porque como ya dije yo en este mismo blog y como nos contó también Escañuela, lo que importa es ganar, y después nadie se acordará de las circunstancias.
Por mi parte, yo ya me he puesto la camiseta de los jugadores, de los capitanes, de los directivos y de quien haga falta.
Barcelona, here we go!

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