martes, 1 de diciembre de 2009

Davydenko, el Maestro inesperado

Ninguna casa de apuestas lo contaba entre los favoritos. No había ganado un torneo de esta magnitud en su vida. Su tenis, irregular, le había postergado a una segunda fila entre los más grandes. Sin embargo, el tenis es así de bonito. Nicolai Davydenko, número 6 del mundo, se ha alzado con la Copa Masters en el O2 de Londres con una serie de increibles partidazos.



Ni los españoles, ni Roger Federer, ni Djokovic ni Murray. Davydenko. Ese es el nombre del Maestro del Tenis 2009, y así pasará a la historia. El ruso de origen ucraniano ha completado un torneo para enmarcar. En la Round Robin venció a Nadal y Djokovic, números 2 y 3 del mundo, con gran superioridad (sobre todo en el caso de Nadal) y se cargó al número 1, Roger Federer, en semifinales. En la final, Del Potro no pudo sino intentar defenderse de los cañonazos rusos que le venían desde el otro lado de la pista. Impresionante. El único que le hizo frente fue Robin Soderling, aunque luego no pudo pasar de las 'semis' frente a Del Potro.
Basando su juego en golpes planos de extraordinaria potencia y puntos cortos, el ruso ha evidenciado llegar a este último torneo de la temporada en inmejorable forma.
Las sorpresas de este Master llegaron ya en la Round Robin, la liguilla. Allí han caído eliminados tres de los cuatro primeros: Nadal, Djokovic y Murray. Además, lo hicieron con total justicia por no poder hacer frente a los 'cañoneros' Soderling, Del Potro y Davydenko. Se despidieron prematuramente ante la decepción de todos los londinenses, especialmente afligidos por Murray, que representaba la única opción que los británicos han tenido en los últimos años. No obstante, el espectáculo no se vio resentido: en la segunda semifinal, Del Potro le bajó los calzones a Soderling en un duelo a cañonazo limpio, sin cuartel, con saques a velocidad de vértido y un tenis directo y plástico. Un 6-7 6-3 y 7-6 que refleja el partidazo que se vivió en la capital inglesa. No hubo peloteos largos y el saque fue completamente clave, pero los puntos eran 'de Playstation'. El menor acierto en los momentos claves del partido del sueco le dieron el pase a la final en bandeja de plata al argentino.
Por su parte, Davydenko, que venía haciendo un buen torneo, venció a Roger Federer por 6-2 4-6 y 7-5. Algunos dirán que fue merced a la gran e inusual cantidad de fallos no forzados de Federer (hasta 13), pero yo opino distinto. Federer falló esas bolas no sólo por no atravesar su mejor momento, sino porque era incapaz de aguantar el ritmo de pelota que imprimió el ruso a lo largo del partido. Atacando su revés y con un saque demoledor llegó a minar la confianza del suizo, que no se encontraba cómodo sobre la pista. Y así es muy difícil jugar al tenis. Tanto que Nicolai cortó cualquier atisbo de reacción en el segundo set llevando el tercero hasta el Tie-Break, en el que se impuso con cierta claridad. Rubricó un partido el ruso lleno de tranquilidad, confianza y casi 'sin hacer ruido'. Por extraño que parezca se sabía superior a su rival, se esntía cómodo sobre el tapete londinense y podía forzar el fallo de su rival con una derecha que ha sorprendido a propios y extraños.
Así las cosas, la final era inédita: Del Potro, número 5 del mundo, frente a Davydenko, número 6 del mundo. Quinto título de la temporada para Davydenko y el décimo noveno de su carrera. El más importante hasta ahora. Y la final, la verdad tuvo menos historia que el resto de los partidos. 6-3 y 6-4. Un primer set descafeinado, fácil desde el principio para Davydenko. Tímida reacción de Del Potro en el segundo, pero el ruso estaba insipirado, enchufado y con el público a favor (véte tu a saber por qué). El partido, en ambos sets, duró mientras Del Potro aguantó el terrorífico ritmo de bola que Davydenko ha mostrado durante toda la semana. La paciencia y el saber estar fueron una vez más bazas fundamentales de Davydenko, que impuso el ritmo que más le va y, sin mostrar fisuras, acaba los puntos cuando más le interesa. Final de temporada perfecto para Davydenko, que empezó lesionado pero después se ha rehecho y ha vencido en amburgo, Umag, Kuala Lumpur y Shanghai, donde dio aviso de lo que podía hacer. Maestro y figura.

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