Tercera parte del pequeño serial del camino que ha llevado a Londres a los 8 jugadores que participarán. En esta ocasión hablaré de los clasificados en el quinto y el sexto lugar de la ATP. A pesar de caer puestos en la clasificación, son jugadores que siguen encontrándose entre los 8 mejores del mundo, a un nivel excepcional, y que pueden ganarle a cualquiera. No conviene pensar que estos jugadores vienen a Londres de comparsa, ni mucho menos, y basta con recordar la final del año pasado, en la que Nikolay Davydenko, por entonces número 5 del mundo, se impuso a Juan Martín del Potro, número 6, por 6-3 y 6-4. Hay que quitarse ese prejuicio de que en tenis siempre ganan los favoritos, porque el nivel de los 8 primeros del mundo es espectacular, y, aunque parece un tópico, aquí pueden ganar todos.
5. Andy Murray
Comenzó el año mordiendo, llegando a la final del Open de Australia, donde perdió contra Federer. Esto le permitió subir al número 3 del ránking ATP. Febrero fue un mes de reposo y descanso y, en el único torneo en el que participó (Dubai), perdió en segunda ronda, frente a Tipsarevic.
En la gira americana, llegó a cuartos en Indian Wells, mientras que cayó en Miami en segunda ronda, cuajando una mala actuación. Para él, la temporada de tierra empezó del mismo modo, ya que perdió en segunda ronda en Montecarlo, en tercera ronda en Roma y, mejorando un poco, en cuartos de final en Madrid. Culminó esta mala racha con una cuarta ronda en Roland Garros.
Con la llegada del césped británico se motivó, preparándose en Queen's para Wimbledon, donde alcanzó las semifinales. Confirmó esta mejoría poco después, al llegar a la final de Los Ángeles y reeditar su triunfo en Toronto frente a Federer.
Sin embargo, volvió a decepcionar en un Grand Slam, porque no fue capaz de pasar de la tercera ronda en el US Open. Es su asignatura pendiente, ganar un Grand Slam, y tampoco lo pudo lograr en el cemento americano. No obstante, pudo levantarse de este nuevo revés ganando a Federer en la final de Shanghai, obteniendo así su sexto torneo de Master 1000.
Sin embargo, la victoria de Soderling en París y el poco colchón de puntos conseguido en su irregular temporada, llena de altibajos, le hicieron perder el cuarto escalafón del tenis mundial. Ahora, ansía recuperarlo. Quiere triunfar por primera vez frente a su público, en su casa. Alzarse con el título de Maestro le borraría todas las dudas de un plumazo y sería, sin duda, el título más importante de su laureada carrera.
Es la mayor incógnita del Master de Londres. Llega como único debutante. Lleva varios años siendo la gran promesa del tenis. Tiene talento como para estar entre los 8 primeros, pero es en exceso irregular. Depende mucho de las rachas. Es un jugador muy alto, que impone un ritmo frenético a los partidos, con un servicio potentísimo y unos golpes fuertes y planos. El problema es que necesita estar muy fino para llevar ese tenis a la práctica, y no siempre lo está.
No ha ganado un sólo torneo este año, y a pesar de ello es el número 6 del mundo. Y eso lo consigue porque cuando está a pleno rendimiento, puede ganar a cualquiera. Como demostró llegando a la final de Wimbledon, para caer en ella contra Nadal. Su envergadura, su fuerza y su rasmia en la pista le hacen un jugador peligrosísimo, de esos que en cemento o en pista dura son letales. Quizá el techo cubierto del O2 le perjudique, quizá no. Lo que está claro es que, a lo largo de su carrera, a demostrado ser un matagigantes que puede meterle mano a cualquiera, pero que, si se viene abajo, también puede caer con cualquiera. Lo calificaría como alguien extremadamente peligroso en un torneo de una semana, pues nunca sabes lo que te vas a encontrar enfrente: un rival lento y fallón o una maza desde la derecha y el revés que, además, utiliza sus casi dos metros para servir, volear y desplazarse de maravilla.
En un torneo de una semana, en una pista de cemento, a pocos partidos y con confianza, Berdych puede ser un enemigo temible. Bien es cierto que, desde su buena primera mitad de temporada, con resultados buenos en casi todos los masters culminados con su grandísima actuación en Londres, no ha dado pie con bola y ha estado poco menos que arrastrándose por las pistas de medio mundo. No obstante, si le viene la inspiración, Nadal, 'Nole' y compañía tienen una preocupación más de la que ocuparse: sus tremendos martillazos desde el fondo de la pista.
Para mañana sábado, víspera de los primeros partidos del Master os dejo la última parte de este serial, en la que hablaré sobre los dos jugadores que faltan, Andy Roddick y el español David Ferrer.
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