El bielorruso Ilya Ivashka, desconocido para el gran público, ha eliminado a Alejandro Davidovich en el AnyTech365 Andalucía Open. Nada nuevo bajo el sol.
El español está en el puesto 51 del ranking, el mejor de su
carrera, y roza la entrada al Top50 de la ATP. Una carrera más que reseñable y
una posición impresionante para cualquier mortal.
Alejandro Davidovich. Fuente: Ubitennis |
No obstante, sabe a poco. Sabe a poco porque era una de las
esperanzas del tenis patrio. Porque por talento, podría estar más arriba.
Porque cuando, en 2017 se hizo con el título júnior de Wimbledon, todos
hinchamos nuestras expectativas.
Ahora Davidovich camina de cuadro en cuadro sin resultados
reseñables. Es duro, pero es así.
Salvo la cuarta ronda del pasado US Open, no ha superado la
segunda nunca más en un Grand Slam. Cuenta con dos challenger en sus vitrinas,
pero no acaba de explotar. Los resultados ante jugadores de cierta enjundia no
llegan.
Y la decepción aparece cuando investigas un poco sobre sus
aficiones y, más importante, sus ambiciones. Se va de peso en sus vacaciones, que
consisten, según él mismo indica, en “estar tumbado y básicamente comiendo
(comida basura)”; no sabe si tiene que jugar los Juegos Olímpicos con España;
se ha comprado una mesa de DJ y quiere aprender a pinchar.
No sé Rick, no voy a decir que parezca falso, pero desde
luego no se asemeja a otros tenistas españoles que hayan triunfado en los
últimos años, como Ferrer o Nadal. Tampoco a jóvenes promesas como Alcaraz.
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