jueves, 1 de abril de 2021

From Russia with love

James Bond - Sean Connery
Foto: El comercio Perú

O desde Rusia con amor, para los latinos. Algo se está cociendo en Moscú, amigos. La terna de jugadores que están saliendo más allá de los Urales es, cuanto menos, esplendorosa. No sabemos si será que algo les echan en el agua, o la genética y predisposición, o tal vez, sólo tal vez, el buen trabajo de formación y cantera; pero lo cierto es que este 2021 tiene color soviético.

Empezamos, por supuesto, por Daniil Medvédev. Tenista de una estética cuanto menos cuestionable, con golpes casi anti naturales, incluso podemos huir de eufemismos y llamarlos feos. Pero implacables.

El único aspirante capaz de derrocar a los campeones. En los últimos años han emergido candidatos: Thiem, Tsisipas, Zverev, Shapovalov… pero si somos justos, el único que se ha asomado con verdaderas garantías al Top3 del ranking ATP con visos de continuidad ha sido el ruso.

Medvedev golpea de derecha
Daniil Medvedev. Foto: ATP

De hecho, ha cometido lo que para todos los hispanos es la tropelía de desplazar de la posición de plata del trono mundial a Rafa Nadal, colocándose como ‘primero de los últimos’ y mayor amenaza del rey Djokovic.

¿Qué depara el futuro de Medvédev? Por lo pronto una – inesperada – derrota en cuartos de final en Miami frende al ‘matagigantes’ Roberto Bautista. Pero una derrota que viene tras meses – años – de muchas victorias y regularidad. Medvédev encadenó un 2020 de ensueño, y solo dos gigantes históricos de este deporte le apartaron de la pole position que incluso en un momento pareció rozar con los dedos.

La primera muesca en el cinturón ruso está más que clara. Capitán general de unas huestes temibles.

El primer soldado de ese ejército y segundo en liza de esta lista llega con un 2021 que le ha consagrado como uno de los mejores. Andréi RubliovRublev para los amigos, ya sabéis – ha eclosionado.

Rublev
Rublev. Foto: Tass

Explosión, llegada fulgurante, mazazo sobre la mesa, revelación, surgimiento… llámalo X. A Rublev pocos lo esperaban, y desde luego no de la forma en que ha llegado.

El gracioso “¿Ganó Rublev?” ha gastado unas cuantas semanas con una respuesta muchas veces monótona. Rublev lleva en 2021 una ATP Cup junto a Rusia, arrasando por cierto durante todo el torneo y en la final a Italia; unos cuartos de final en el Open de Australia, donde solo otro miembro de este insigne grupo de rusos locos, Medvedev, le pudo tumbar; un título en el ATP 500 de Rotterdam; unas semis en Doha donde Bautista, el que podemos empezar a nominar como vacuna Sputnik anti rusos consiguió tumbarle; y unas semis en Dubái.

Todo ello le ha permitido auparse al octavo escalón del ranking mundial por primera vez en su carrera: una posición que puede mejorar esta semana, puesto que aún sigue vivo en Miami, y el cuadro se ha “limpiado” de muchos favoritos en una superficie que le va como anillo al dedo… ojo con el espigado joven que tiene las de ganar.

Por último, la tercera pata de este taburete de grandes jugadores que llevan unos meses post pandemia para enmarcar es la cara menos conocida, fiable y regular de todos ellos. De hecho, lo incluimos por un inesperado triunfo que le ha catapultado al conocimiento del público y le ha permitido presentar su candidatura a jugador revelación de los primeros meses del año: Aslán Karátsev. Puede ser un genio tardío (es del 93) o una estrella fugaz que acaba de conseguir el mejor resultado de su vida pero que desaparecerá en breve.

Cero victorias ante TOP10 hasta 2021. Cero títulos (4 Challengers o Futures en su palmarés) hasta 2021. Cero veces superada la tercera ronda en ningún torneo hasta 2021.

Pero en 2021… semifinales en el Australian Open y victoria absoluta en un torneazo como Dubái. ¡Escandaloso! Ahora le queda demostrar si esto ha sido flor de un día y unos meses de confianza y pujanza… o algo más: una llegada tardía y una maceración a fuego lento de un genio que se ha podido hacer con los años y la experiencia.


Karatsev
Karatsev. Foto: Tennis World Es

Algo raro en el agua – o igual es que no es agua, y es vodka -, una buena formación, una casualidad… pero la bandera blanca, roja y azul es la que ondea con más fuerza estos primeros meses de 2021 en el panorama tenístico internacional. La escuela soviética recoge frutos y domina el circuito masculino como muchas veces ha prometido hacer con el femenino. Está la eclosión, ahora – sobre todo en el caso de Medvédev y Rublev – falta aquello de llegar pero mantenerse. Mientras tanto nosotros bailamos al son del Back from USSR de los Beatles o entonamos aquello de “¡From Russia with love!”



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