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| Federer se impuso a Murray en Dubai |
El tenis nos ha dejado esta semana la recuperación de dos grandes jugadores. Se trata de las mejores 'efes' del circuito: Federer y Ferrer.
En el caso del primero, el triunfo, no por acostumbrado, es menos meritorio. Batallando desde hace tres años las voces de aquellos que le consideran retirado, el suizo obtuvo una victoria absoluta. Dubai es 'sólo' un ATP 500, es cierto, pero eso no resta importancia al logro de Roger. Si no le basta con tener 4 Laureus y con su palmarés tenístico, este fin de semana conquistó su título número 72. ¡72!
En Dubai, sólo allí, ha ganado 5 veces. La inmensidad del mito 'Federer' se hace tan inabarcable que, aún cuando desde 2006 no abandona los cuartos de final de los grandes (y sólo se ha quedado en esta ronda tres veces) y vence en torneos de todos los niveles, manteniéndose como número 3 del mundo, pensamos en su declive.
Federer ha aceptado el reto de volver a lo más alto, tal vez sólo porque alguien le dijo que era imposible. Quiere remachar su excepcional trayectoria con una vuelta a los laureles que sorprenda a propios y extraños. Ya tiene dos títulos en la buchaca esta temporada cuando empieza la primera ronda de Masters 1.000 del año. En su última conquista, ha pasado por encima de Del Potro y Murray, y además, el escocés ha humanizado a Djokovic. Parece que ha tomado unos metros de ventaja en la carrera por el trono de la ATP.
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| Ferrer manda con mano de hierro en México |
Por su parte, el titán de Jávea, que hace una semana perdió el número 5 del mundo en favor del francés Tsonga, volvió a romper registros. Tras un suspiro en un puesto que le incomodaba, Ferrer reconquistó el puesto que ha hecho suyo a fuerza de entrenamientos, mentalidad, sacrificio y talento. Tercer título de la temporada para Gladiator, que se colocó el sombrero mexicano por tercera vez consecutiva. Si la temporada de Federer es prometedora, la de Ferrer no deja de serlo en igual medida, o incluso más. Tres entorchados a mitad de marzo que no hacen sino remarcar lo que Ferrer anhela y merece: que esta sea la temporada definitiva, que por fin consiga hacerse con el Masters 1.000 para el que ya ha hecho méritos sobrados.
Se acerca uno de los momentos claves de la carrera ATP. Indian Wells, Miami y la Davis, todo seguido. Federer y Ferrer parecen afrontarlos en forma. Por detrás, un Murray cada vez más maduro, un Djokovic mínimamente humano en su condición de cyborg del tenis y un Nadal fresco y descansado. Así llegan a un marzo que promete ser especialmente intenso, con la posibilidad de los cambios en el top ten que conllevan los torneos de primer nivel.
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